La trayectoria deportiva de Enrique Castro “Quini” le llevó hasta lo más alto de su profesión de futbolista. Pero lo que realmente le hace especial y único es su capacidad de superación personal, sobreponiéndose a experiencias vitales muy duras y complicadas. La prematura muerte de su hermano y compañero de equipo en el Real Sporting de Gijón, Jesús Castro, al intentar salvar a dos niños de morir ahogados. El miedo y la angustia de aquellos veinticinco días que duró su secuestro cuando jugaba en el FC Barcelona. Un cáncer de garganta y la primera operación. La vuelta de la terrible enfermedad y la segunda operación. Y Enrique Castro, “Quini”, “El Brujo”, siempre supo atravesar tanto sus éxitos deportivos como las bofetadas que le dio vida con una grandeza y humildad ejemplares que le han convertido en una figura -en una persona entrañable, querida y respetada por todos.