Dos luchadores sin igual quedan congelados a raíz de un accidente y despiertan en la China actual... Uno de ellos es un soldado de la disnastía Ming, un guardia real; el otro, un despiadado asesino que no conoce la paz ni el perdón. Los enemigos se reencuentran en un mundo muy cambiado que ya no reconoce ni defiende sus intereses pero que, al igual que el suyo, ofrece aliados tanto al bien como al mal. Hong Kong recibe a los dos luchadores sín estar preparada para las luchas que tendrán lugar, unos combates a los que nadie había podido asistir desde hacía cientos de años.